En estos quince días no pude hacer mucho. El tema de la gripe AH1N1 hace que mis papas estén cuidando de mí y no me dejen salir a donde yo deseo. Hablo de juntarme con amigas, ir a bailar, pasarla bien y divertirme. Pero como mis padres no me dejan ni ir a bailar ni juntarme mucho con mis amigas, lo que más hago es quedarme en casa, hacer un poco de tarea todos los días para que no se me acumule todo a ultimo momento, mirar algunas novelas en la televisión y estar un rato en la computadora. Obviamente esta rutina es aburrida para un adolescente en vacaciones de invierno, ya que uno sus deseos es “estar en casa el menor tiempo posible”, pero con el miedo de los padres y de muchos chicos también, este deseo no se puede cumplir con facilidad.
El deseo de querer salir y no poder por la gripe A, me da bronca. Si bien se que la cantidad de muertos e infectados es un numero importante, me considero una persona con la capacidad necesaria para cuidarse y evitar contagiarse. Mis padres opinan lo mismo pero la verdad es que tienen miedo y sinceramente los entiendo y no es para menos. Cada vez que prendemos la tele y vemos el noticiero, nos enteramos de un fallecido o infectado nuevo, entonces me doy cuenta que estamos en una situación complicada y alarmante.
Otra de las cosas que hice en estos quince días fue visitar dos hospitales, uno de provincia, y otro de capital, debido a que mi mama no se encuentra bien de salud.
La diferencia que veo entre capital y provincia es increíble. El hospital que visite en provincia era un asco, le faltaba la limpieza que un hospital tiene que tener, la atención medica era un desastre, hasta puedo decir que el medico clínico no tenia ganas de trabajar, la atendió a mi mama en 3 minutos y nos despacho, la gente se peleaba, ya que era por orden de llegada y todos querían ser primeros, y lo que mas me sorprendió es que no note la presencia de barbijos ni en médicos ni en pacientes. Mientras que en el hospital de capital fue todo lo contrario, había organización, limpieza, les repartían barbijos a los pacientes, los médicos atendieron a mi mama como corresponde y gracias a todo eso no me puedo quejar y puedo decir que la diferencia es notable.
Para mi hay que tener uso de razón y cumplir con los métodos de prevención ya que es para nuestro bien y así si vamos a poder salir a la calle a divertirnos mas tranquilos.
El deseo de querer salir y no poder por la gripe A, me da bronca. Si bien se que la cantidad de muertos e infectados es un numero importante, me considero una persona con la capacidad necesaria para cuidarse y evitar contagiarse. Mis padres opinan lo mismo pero la verdad es que tienen miedo y sinceramente los entiendo y no es para menos. Cada vez que prendemos la tele y vemos el noticiero, nos enteramos de un fallecido o infectado nuevo, entonces me doy cuenta que estamos en una situación complicada y alarmante.
Otra de las cosas que hice en estos quince días fue visitar dos hospitales, uno de provincia, y otro de capital, debido a que mi mama no se encuentra bien de salud.
La diferencia que veo entre capital y provincia es increíble. El hospital que visite en provincia era un asco, le faltaba la limpieza que un hospital tiene que tener, la atención medica era un desastre, hasta puedo decir que el medico clínico no tenia ganas de trabajar, la atendió a mi mama en 3 minutos y nos despacho, la gente se peleaba, ya que era por orden de llegada y todos querían ser primeros, y lo que mas me sorprendió es que no note la presencia de barbijos ni en médicos ni en pacientes. Mientras que en el hospital de capital fue todo lo contrario, había organización, limpieza, les repartían barbijos a los pacientes, los médicos atendieron a mi mama como corresponde y gracias a todo eso no me puedo quejar y puedo decir que la diferencia es notable.
Para mi hay que tener uso de razón y cumplir con los métodos de prevención ya que es para nuestro bien y así si vamos a poder salir a la calle a divertirnos mas tranquilos.
